Las utilizamos en el campo de fisioterapia por su gran efectividad en el tratamiento de disfunciones musculo-tendinosas de diferente índole, pero sobre todo en las calcificaciones tendinosas y entesopatías o tendinopatias crónicas de algunos músculos. Ondas de choque radiales:

Favorece la disminución del dolor actuando sobre la fibras tipo c, creando una neogénisis capilar a nivel vascular y acción sobre el colágeno en los tejidos, ayudando a que la inflamación mejore y los tejidos se recuperen.

Por ejemplo en: calcificación en el tendón aquiles, o en el supraespinoso; en el tendón rotuliano o en entesopatias de epicondilitis o epitrocleitis, entre otras afecciones.